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Vista con Título | Refiere un Amigo |
Los amigos del jueves
Publicado en:20 Octubre 2018 3:34 am
Última actualización en:28 Enero 2020 3:23 pm
327 vistas

Ya se cumplía un año desde el día que se conocieron. Ambos se habían estrenado en ese mundillo y el resultado fue que ella se convertía cada día más en su sumisa y el en su amo...
Ambos estaban casados y podían verse solo la tarde del jueves, el día que él viajaba por trabajo a la ciudad de ella. Empezaron como una pareja de amantes normal y corriente, subiendo cada vez el listón. Hasta que se habían asumido los roles de ambos.
Ella esperaba con ansias su llegada el jueves por la tarde, preparándose desde el día anterior, bien depilada y limpia por dentro. Cuando llegaba él, ya estaba excitadisima, en alguna ocasión se había corrido anteso de que él llegara, solo con imaginar la próxima sesión...
Una vez salieron juntos a una discoteca y él la obligó a buscarle una mujer para tener un polvo y ella le encontró la mas guapa de las chicas.
En varias ocasiones él invitó a un amigo para que partecipara a la sesión del jueves, para hacer vídeos y fotos.
Una vez él invitó a un indigente recién conocido en un cajero y la obligó a hacer de todo con el... Y con su .
Ella se llama Isabel, él Carlos...aunque sean nombres de fantasía.
Hoy es jueves... A pesar de las fiestas han quedado. En el hotelito de siempre. Esta vez Carlos me ha invitado, en calidad de reportero... Podré sacar fotos y vídeos, pero podré intervenir solo si me autoriza él, en el momento que el considere oportuno.
Acabamos de entrar en la habitación
Ella está esperando, preparadisima, estrenando su collar rojo, regalo del amo por Navidad.
Empiezo a grabar. Carlos todavía no se ha quitado nada, mientras ella lleva un boda de piel y botas negras
Me pone mucho, no es guapísima, pero es muy provocativa...
Carlos se acerca a la cama, le tira del pelo no con fuerza pero con firmeza. La obliga a acercarse a la cabecera y, acto seguido, le va reposando las muñecas, atandolas a la cabecera misma. Isabel todavía no ha levantado la mirada, ni tan solo para observarme.
Sus ojos, pero, tienen una expresión dulce y extasiada a la vez. Carlos recoge de una bolsa una cadena de acero que lleva dos pinzas s las extremidades, que acaban en los dos pezones duros y erectos de ella. Su boca se abre, entregada al placer... Sus gemidos me excitan aun mas.
Sigo con mi cámara en la mano, grabando todo lo que ocurre, mi sexo duro pide salir de la prisión de mis tejanos. En esa postura, atada a la cabecera, mirando hacia la pared, puedo observar sus glúteos y bajándome un poco, su sexo, bien rasurado y húmedo de placer.
Me doy cuenta que Carlos ya no se encuentra en la habitación. Es una situación que me crea una cierta incomodidad... Había prometido que podía intervenir en la escena solo bajo su permiso, pero.... Ahora, que tengo que hacer? Esa mujer, dispuesta dócilmente a todas clases de fantasías, excitada, entregada, me pone a mil y mi polla ya no aguanta más. Pasan mas de 10 minutos... Yo... Entre mis dudas y mi excitación, Isabel en silencio esperando... Cuando ya me estoy desesperando, mi móvil empieza a vibrar... Una vídeollamada entrante, es Carlos, que con una sonrisa y voz firme nos va dando instrucciones.
Dejo mi cámara apoyada a la cómoda para que siga grabando.
Obedezco a las ordenes que recibo desde el móvil, dándome cuenta que poco a poco voy perdiendo mi el control de mis voluntades, tanto en mis acciones como en mis pensamientos....
Me he quitado la ropa, mi polla por fin me agradece su libertad. Me acerco a esos glúteos tan deseados y deseosos.
Carlos me indica donde encontrar un bastón negro que me recuerda una porra que usa la policía..
Mecánicamente sigo sus instrucciones, voy golpeando ese culito suavemente con la porra, alternando los golpes con toques aun mas suaves y caricias....
Mientras que las instrucciones que oigo desde el altavoz de mi móvil me están llegando, sigo con la porra negra, acariciando toda su piel, con especial atención a sus glúteos y a su coñito...
Me encanta... Y me encanta escuchar los gemidos de ella, totalmente entregada... Me dedico especialmente a estimular su ano, que voy masajeando también con los dedos, ayudándome con un aceite corporal que Carlos me ha hecho buscar en esa bolsa "del material" como él mismo la llama.
Noto a través de mis dedos que ese agujeeito se hace cada vez más grande... Carlos me incita a ensancharlo para que entre la punta de la porra, de forma oportunamente anatómica...
Con mucha dedicación sigo las instrucciones hasta conseguir que esa punta redondeada entre con suavidad dentro de ese esfínter. Isabel se vuelve loca de placer y dolor a la vez... Y yo tambien de excitación...
Si observara esta escena desde el exterior, seguro que sentiría mucha pena por esta mujer, aun esposada a la cabecera de esa cama... Pero os puedo asegurar que Isabel esta gozando como nunca he visto hacer a una mujer. Por eso me siento capaz de seguir los órdenes que llegan de la nada...
Ahora el orden es de desatar las manos de ella de la cabecera y de esposarlas directamente a la porra que la esta penetrando el ano. Así hago, cerrando las esposas en un aro que se encuentra casi en el medio de aquel palo negro liso.... Cuando Isabel por fin se queda tumbada boca abajo con las manos detrás de la espalda atadas a la porra, Carlos me indica de acercar mi polla a su boca. Es lo que hago, siento mi miembro acogido en su boca caliente y si lengua de terciopelo lamendole la puntita. Gimo de placer, ella también gime, mientras sus brazos hacen lo que pueden para mover la porra dentro de su año.... Se vuelve loca... Y la vuelve loca, de esto estoy seguro, saber que Carlos la está mirando, a través de mi móvil. La excitación acumulada en esta última hora es tal que me siento casi a punto de correrme... Instintivamente saco mi sexo de su boca, cosa que no pasa desapercibida a Carlos que me obliga a volver a entrar en ella... Así que, a pesar de intentar de resistirme, me voy a correr en su boca. Mi liquido explota violentamente en su boca, al lar de mi orgasmo y del suyo. Lentamente mis flujos salen de los ángulos de su boca, al que Carlos hace que la bese para saborear mi propio semen... Nunca lo habria imaginado pero así es, nos besamos con lujuria compartiendo mi leche aun caliente...
Es en este momento que reaparece, quien sabe de donde, Carlos... Ahora si, totalmente desnudo y, por lo visto, aun muy excitado. Su cara, totalmente desfigurada por una sonrisa casi satánica. Entregado por completo a sus planes morbosos, Carlos se acerca a ella, le libra las muñecas de las esposas y le dice de ponerse a cuatro patas. Sin ni una palabra, solo con la mirada, me invita a coger la cámara de video, que no ha dejado ni un momento de grabar, para que acerque el objetivo lo mas cerca posible a la porra negra y a los movimientos cada vez más rápido que él mismo le provoca. En un momento determinado me ordena estirarme bajo del cuerpo de Isabel, deslizandome en la cama, y de poner mi caraa la altura de su sexo. Lo hago enseguida, mirando una inmediata excitación, renovada e inesperada. Lamo su clítoris y los labios mientras la porra hace lo suyo en su ano... Patosamente intento grabar ambas acciones intentando encontrar el mejor punto para la cámara.
Su clítoris es húmedo y durísimo, parece una pequeña polla, reinando en el medio de ese valle tempestuoso... Ella gime, grita, llora de placer... Intensisimo ... Mas de un chorro de un líquido caliente y dulzón me inunda la cara, mientras oigo los gemido también de Carlos...
Él mismo tira enérgicamente de la cadena que aun conecta los pezones de ella, hecho que la hace gritar a desmesura....
Estoy excitado y siento que alguna mano me está pajeando.... No quiero ni averiguar a que no pertenece, solo quiero disfrutar de mi placer en sintonía a lo de mis compañeros..
Tardo muy poco a correrme otra vez, nunca he visto e oído una mujer disfrutar tanto, Isabel está totalmente poseída por sus múltiples orgasmos, hasta decidir que se siente satisfecha.
Se levanta de la cama, se saca las pinzas de los pechos, y, lentamente, se acerca al baño. Veo las manos de Carlos inundadas de esperma., pero su miembro aun está seco y bien duro. Ahora si, empieza a masturbarse, con los ojos cerrados. Ahora sí, puede disfrutar él también...
Y ahora entiendo... Hemos sido instrumentos de tu placer, doña Isabel.
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